. La Bahía de Mar: "Miraba el agua y más allá..."

miércoles, junio 29, 2005

"Miraba el agua y más allá..."

A menudo nos sentábamos a ver caer el sol: ¡Ya cae, ya cae mira, míralo hombre, no te lo pierdas! -decías como quién por primera vez ve caer las chispas multicolores de los fuegos artificiales- Y el sol caía. Y su estela en el mar era sustituida por la de la luna. Esperábamos hasta el amanecer junto a la hoguera y disfrutábamos en la semipenumbra aquel primer baño como si estrenásemos la playa cada día. Después volvíamos a casa y a la pelea diaria de obligaciones compartidas. - Nunca me gustó como planchabas mis camisetas. En realidad yo nunca las planché pero a ti te hacía ilusión. Yo te dejaba. Y te besaba laespalda mientras lo hacías. Miranda y yo compartíamos un pequeño apartamento desde el que se veía el mar. No había nada entre nosotros, ningún lazo nos unía salvo el afecto y el cariño. Y la complicidad de sabernos y adivinarnos siempre. Éramos felices. - Siempre me gustó el ordenado desorden de tu vida, tan llena de perplejidades e inocencias. Tu vida, tan llena de vida. Un día apareció un fotógrafo solitario que vagabundeaba por la playa y nos observaba. Se enamoró de él. Fue un flechazo en toda regla y Adrián vino a vivir con nosotros. Ya no volvió a planchar mis camisetas. - Reconozco hoy, Miranda, que siempre te amé. Y nunca te lo dije. Adrián era una incógnita. No sabíamos de dónde venía ni a dónde quería llegar. No tenía trabajo pero no le faltaba dinero y mimaba a Miranda como si fuera una reina. Le gustaba navegar solo y le advertíamos del riesgo que suponía. Aún así, jamás quiso que nadie le acompañase; ni siquiera Miranda fue nunca con él. Ella "Miraba el agua y más allá..." Una extraña mirada inundaba su rostro y languidecía mientras esperaba. Su alegre vitalidad no regresaba hasta que, en el horizonte, Miranda veía asomar aquel pequeño velero. Una mañana Adrián, como de costumbre, salió al mar al amanecer. Cuando Miranda se levantó encontró un regalo junto a su taza de café: una pequeña caja de nácar en cuyo interior había un antiguo camafeo con una miniatura de Miranda, jugando descalza con las olas de la playa, y una inscripción: “Para ti, mi eternidad” La línea del horizonte se acercaba a sus ojos como si fuera un imán que quisiera arrancárselos. Nada podía hacer para evitarlo y sus pupilas se dilataban haciendo mayor el espacio que Miranda quería para si. "Miraba el agua y más allá..." Permanecía en la playa horas y horas recordando y esperando el regreso de Adrián. Nunca apareció. Ni siquiera regresaron a la playa los restos del naufragio. "Miraba el agua y más allá..." y con las zapatillas en la mano, como si no quisiera que el salitre se las estropease, Miranda entró en aquel mar agitado y se fue. ©Mar - Mayo 2004 http://blogs.ya.com/fotoflog/files/chica1.jpg Fotografía cedida por Albaroth

2 Comments:

Blogger indah said...

¡¡Esa rutaaaaaaaaaaaaaa!! :)))
http://blogs.ya.com/fotoflog/files/chica1.jpg

yo creo, Mar, que ésa es la ruta correcta que has de poner para que muestre la foto :). Para averiguarla -no te fies nunca del nombre que le den-, ya sabes: sobre la imagen pulsa botón derecho, de las opciones que te sale: copiar ruta del enlace -o algo parecido-, lo "escribes" en el código HTML igual que las otras, y, ¡tachán! Espero que listo. Bueno, eso espero. Ejem, espero que sí :))))

1/7/05 12:17  
Blogger Mar said...

Ya la cambié :)))

Gracias, mi niña blanca. :**

6/7/05 13:03  

Publicar un comentario

<< Home