Desde la luminosa claridad...

Desde la luminosa claridad
de esta mañana fría de noviembre
me acerco a ti.
Cumpliendo con el ritual,
conjugo la singularidad de la palabra.
Embriagadoras fragancias intemporales
acuden al encuentro,
muestran la transparencia de los sueños,
la frágil existencia de las flores,
esencia fresca, cálida... ligera
Un corazón de malvavisco
vomita sus emociones en cascada,
fuente de algas, aroma o melodía.
A flor de piel, la sensualidad de la madera
vibra impetuosa junto a la colección de reflejos
que se renuevan cada día.
¡Que largo es el tiempo de no tenerte!
© Mar